lunes, 24 de febrero de 2020

Puentecito de los Santamarina.

Puentecito artístico existente en el barrio "La Sofía" en El Jagüel del partido de Esteban Echeverría. Perteneció a la familia Santamarina y daba a los fondos de su quinta que luego la familia subdividiera los terrenos y donaría gran parte en la década del 50 al Club Jornada para que coloque allí su campo deportivo y se creará el barrio existente.
Dicho puente se encuentra sobre el arroyo Medrano (zanjón) o "La Sofía" (por surcar sus campos) antes de unirse con el Ortega que viene del lado del "Faraón".
El autor de la toma fotográfica en los años treinta es el legendario Leopoldo Mannucci quién retrató una serie de tomas de "La Sofía" (casco principal, chalet secundaria, calle interna hacía la gruta surcada por plátanos y el puente artístico entre otros).
En su época dicho puentecito fue punto de reunión para los vecinos del pueblo que se reunían en familia a hacer picnic al lado del puente.
Si tenés una anécdota referida a dichas reuniones o salidas al fondo del campo de los Santamarina, comenta aquí debajo en la caja de comentarios.


"La María Lola" de Valette.

La casona en que vivió nuestro ilustre vecino, don Luciano Honorato Valette, se encuentra en la calle Sarmiento 213 de la Ciudad de Monte Grande, allí vivió con su esposa Lola Bosch y su hija María Elena.
En ella funciona hoy el Honorable Concejo Deliberante (HCD) de Esteban Echeverría desde la compra del inmueble acaecida en 2015 por parte del municipio.
Nunca se modificó la fachada ni la planta original salvo la puerta de madera tallada que ha sido reemplazada por una de hierro. Conserva las ventanas originales. Hoy (2020) se están realizando refacciones para su acceso al recinto y demás modificaciones.
Luciano Honorato Valette nació el 2 de septiembre de 1880, en Montevideo, Uruguay, con pocos años pero con mucho interés por las ciencias naturales, se radica en Buenos Aires, y a los 17 años ingresó al Museo de La Plata como ayudante en el Departamento de Zoologia.
El doctor William Speirs Bruce partió del puerto de Edimburgo, en 1902 para cumplir trabajos científicos en los mares australes: se había propuesto explorar y estudiar el sector del casquete polar situado al sur de nuestro continente.
Durante la presidencia de Julio Argentino Roca, el científico inglés propuso al gobierno nacional cederle la expedición.
Así las cosas en 1904 Luciano Valette integraba la oficina de Zoologia del Ministerio de Agricultura de la Nación y fue seleccionado para integrar esa primera Comisión antártica que tomaría posesión del Observatorio Astrónomico y Magnético de la Isla Laurie, en el grupo de las Orcadas del Sur.
La Comisión Argentina partió el 21 de enero del Puerto de Buenos Aires a bordo de la nave polar "Scotia" y desembarcó en el Refugio de Omond, el 19 de febrero.
Junto a Valette, viajaron Edgardo Szmula y Hugo Acuña, de la oficina de Metereológia y Ganadería respectivamente. Completaban el grupo el jefe, Roberto Mossman y el cocinero Guillermo Smith, ambos cedidos por la expedición escocesa. Ellos fueron los primeros cinco hombres a cargo del observatorio, entre 1904 y 1905.
Llegaron a las islas el 15 de febrero y el 22, luego de que se produjo el traspaso de las instalaciones, comenzó a flamear la bandera nacional en el lugar, convirtiéndose Argentina en el primer país del mundo en establecer una base permanente en la región.
En 1930 fue comisionado municipal de nuestro municipio. Integró la Comisión Administradora de la desaparecida Casa de Primeros Auxilios "San José" por varios periodos, siendo uno de los fundadores de la Biblioteca Popular "Bernardino Rivadavia".
Don Luciano nació en el departamento de Canelones (República O. del Uruguay) el 29 de agosto de 1880, inscribiéndose su nacimiento en Montevideo.
En 1911 se radicó entre nosotros. En 1897 se lo registra como ayudante de Zoología en el Museo de Ciencias naturales de La Plata, en 1898 interviene en la expedición paleontologica a la Península de Valdés, también en función de ayudante, en 1899 forma parte de la Comisión Hidrográfica del Río Santa Cruz, patrocinada por el Ministerio de Marina y en 1900 realiza viajes de estudios oceanograficos a bordo del aviso "Azopardo", recorriendo las costas de Río Negro y de Chubut.
Don Luciano Honorato Valette falleció en Monte Grande, el pueblo que lo acogió en su seno, siempre con respeto, cariño y profunda admiración, el 14 de noviembre de 1957.
Ha sido otorgado por la Asociación Sanmartiniana que su sepultura del cementerio local sea a perpetuidad.
Una Avenida (Boulevard) importante del distrito lleva su nombre.
Fue declarado por el intendente Groppi, "Ciudadano Ilustre" Post Mortem.
Se realizó el viernes 20 de febrero de 2004, una charla homenaje al cumplirse 100 años de la expedición a la Antártida. Fue en la sala Pedro Reta del Centro Cultural"El Telégrafo" de Monte Grande.
En 2004 el Correo Argentino puso en circulación una estampilla con el suceso de la expedición y retrata a Valette en su integridad.
En 2014 se realizó una charla homenaje brindada por la sra. Olga Añón acompañada por el locutor Rubén "coco" Brest en el Salón de los espejos del Polo Judicial en el marco de los 125 años de Monte Grande. Estuvieron presentes descendientes de Valette.
En 2015 el municipio echeverriano compra a Susana Valette el inmueble para pasar a integrar el patrimonio junto con la Puerta Histórica que perteneciera a Guillón y "La María Elena" de Barceló. Hoy funciona en Sarmiento 213 el Honorable Concejo Deliberante (HCD) local.
Es Lugar Histórico bajo Ordenanza N°888/2015, Declarada Patrimonio Municipal por el Poder Ejecutivo Municipal para el funcionamiento del HCD local. Fue inaugurada como tal el 1° de abril de 2015, del acto participaron concejales, vecinos, el Intendente Dr. Fernando Gray y miembros de la Ong "Preservando el Patrimonio Echeverriano" quiénes también señalizaron el lugar con una placa. También estuvo el historiador local, Pedro Campomar Rotger y descendientes de Valette entre otros.
Bibliografía consultada:
"Ictiologos de la Argentina: Luciano Honorato Valette", Hugo L. López y Justina Ponte Gómez - División Zoología Vertebrados - Museo de La Plata UNLP - Seríe Técnica y Didáctica N°14 (03) ProBiota, FCNyM, UNLP, 2008. Digital.
"Calles Echeverrianas que marcan nuestra historia" de Pedro A. Ruben Campomar Rotger (1997).
Anuario METRO (2000).
Junta de Estudios Históricos de Esteban Echeverría (JEHEE)(Dr. Marcelo Cruz).












jueves, 19 de diciembre de 2019

“La Sofía “de los Santamarina.


En 1934, a veintiún años de ser fundado nuestro partido, la estanzuela “La Sofía”, que ya era propiedad de Enrique Santamarina, aun figuraba a nombre de Pedro Blas Arocena.
Dicho campo “despoblado y abierto”, lindaba desde las vías del ferrocarril (ramal Temperley-Cañuelas), hasta el histórico camino “de la Colorada” (hoy avenida Pedro Dreyer).
La historia señala que por 1896 pertenecía a Pedro Blas Arocena que fue vocal de la Primera Comisión de Fomento de Monte Grande.

El 28 de agosto de 1905, según lo aportado por Ramón J. Santamarina en 1974, fue adquirida por su padre y tenía un total de 150 hectáreas y figuraba como vendedor el Dr. Enrique Romero, quien se supone que ofició  de apoderado.
Desde aquel año, Enrique Santamarina se destaca como vecino de  Monte Grande, afincándose siete años y siete meses antes de crearse el nuevo partido de Esteban Echeverría (9 de abril de 1913), y convirtiéndose en líder del movimiento autonomista local.
Por este tiempo, la estanzuela pasa a llamarse “La Sofía”, en homenaje a Sofía Terrero, esposa de Enrique y recordada como donante de nuestro primer centro sanitario (Casa de Primeros Auxilios “San José”).

El portón de ingreso a “La Sofía”, se encontraba en 1935, en la intersección de las actuales avenidas Enrique Santamarina y Ramón Santamarina y Valcarcel (hoy Cervetti).
La propiedad, particularmente la casona. Sufre diversas modificaciones hasta 1943, cuando Ramón J. Santamarina, hijo del fundador, la transforma en el palacete de estilo francés y, desde entonces, la propiedad más lujosa y señorial de nuestro distrito.
“La Sofía” cuenta con amplias instalaciones para el personal y cocheras, donde aún se guardan hermosos carruajes que en épocas anteriores transitaron a diario las calles de nuestro pueblo.
Están igualmente conservados los boxes de la caballada y existen también comodidades para el juego de pelota a paleta.

Amplios jardines rodean la antigua mansión, totalmente reformada y convertida en una de las más requeridas y representativas de nuestro municipio. Se pueden apreciar en el lugar árboles magníficos, crecidos en un espacio que los favorece por la presencia del sol y el aire.
Una fuente, un aljibe y diversas estatuas ubicadas en el gran parque, de procedencia europea, otorgan elegancia al bien cuidado entorno, cubierto de césped y de flores.

El acontecimiento histórico más relevante de nuestro pasado se llevó a cabo en los jardines de “La Sofía”, el domingo 22 de marzo de 1913 los vecinos de Monte Grande concurrieron allí para conocer el resultado final, que dio por concretada nuestra independencia comunal.
Ese día, la importante concurrencia supo que había quedado aprobado y convertido en ley el proyecto presentado por el senador Eduardo Arana, el 5 de octubre de 1911, oportunidad en que se lo leyó en el recinto de la Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires.

Extractado de: ANUARIO Metro (2000) y Esteban Echeverría 100 Años (1913-2013) Metro (2013) Pedro Rubén Campomar Rotger.

Don Enrique Santamarina.

Fue nombrado por las autoridades de la Provincia de Buenos Aires, primer comisionado, a partir de la fundación de nuestro municipio (9-4-1913).
Se desempeñó entre el 13 de abril de 1913 y el 8 de julio del mismo año. Don Enrique Santamarina esta conceptuado como vecino prestigioso del pueblo de Monte Grande y fundador líder del partido de Esteban Echeverría. Figura notable y sobresaliente relieve de nuestro pasado histórico, nervio y motor del movimiento vecinal que dio por resultado la ansiada autonomía comunal lograda el 9 de abril de 1913.
En un primer momento y al tiempo de radicarse entre nosotros, tras adquirir la estanzuela que fue propiedad de Don Pedro Blas Arocena, se mostró de inmediato predispuesto e inclinado a colaborar con los vecinos que anhelaban el adelanto y el progreso de nuestra zona. Después de 1908 lo registramos donando el cielo raso de madera machinbrada que muestra la iglesia de la Inmaculada Concepción, la primera que se construyó en nuestro distrito, y apoyó las obras complementarias de la misma.

Dada sus vinculaciones, intervino en la Comisión que entrevistó al gobernador de la provincia de Buenos Aires, General José Inocencio Arias, con el fin de peticionar por el mejoramiento de nuestra región, solicitándole la creación de un nuevo partido independiente del municipio de Lomas de Zamora, en consideración a los pocos o casi nulos servicios municipales que se recibían por conducto de sus autoridades.

Lograda posteriormente la creación del nuevo partido de Esteban Echeverría por gestión del senador Don Eduardo Arana, Don Enrique Santamarina accionó al máximo su predisposición, colaborando en todo lo concerniente a las obligaciones que imponía la ley fundacional N°3.467, particularmente en su artículo 4°.

Para cumplimentar las exigencias correspondientes, que obligaban a nuestros pobladores al afronte de su peculio de los predios para levantar edificios públicos, aportó de inmediato la importante suma de $5.000,-m/n., siguiendo su ejemplo numerosos vecinos, quienes lo hicieron de manera patriótica y desinteresada.

Don Enrique Santamarina intervino igualmente en la “Comisión de Vecinos” y en la “Comisión Ejecutora” que se crearon el 22 de marzo de 1913 en “La Sofía”, casco de la ex estanzuela de Arocena, y cuyo objetivo fue el de organizar aspectos en relación con los inicios del nuevo partido, finiquitar gestiones, tramites y recaudaciones.

Este vecino fue nombrado por las autoridades provinciales como primer comisionado, ejerciendo sus funciones entre el 13 de abril de 1913 y el 8 de julio del mismo año, tal como ya se mencionó, sucediéndolo el señor Herminio Costanzó, compañero de luchas y distinguido por sus anhelos de independencia lugareña.

Santamarina fue hombre dedicado a las tareas agropecuarias, iniciándose en ellas desde muy joven. Ocupó la presidencia del Banco de la Provincia de Buenos Aires y fue director del Banco de la Nación Argentina, como así también del Banco Francés del Río de la Plata.

En ocasión de festejarse en 1938 el 25° aniversario de la fundación del partido de Esteban Echeverría y prácticamente a un año de su muerte, acaecida el 18 de abril de 1937, el señor 

Rodolfo Guillón mencionó a Don Enrique Santamarina como un vecino sobresaliente.
“Fue candidato a la Gobernación de Buenos Aires en momentos en que se requería agrupar a todas las fuerzas políticas afines en torno a una persona que por sus indiscutibles condiciones de honradez, capacidad e influencia fuera de objeto de la consideración unánime, cargo que declinó por razones de salud. Más tarde fue llamado a ocupar el cargo de Vicepresidente de la Republica en el Gobierno Provisional; a causa de la dolencia que lo aquejaba, debió abandonar toda actividad y acogerse a reposo”.

En reconocimiento de sus positivos afanes, la población echeverriana costeó un monumento en su memoria. Levantado en el centro de la plaza que también lleva su nombre (hoy plazoleta de los Fundadores), y que es, a la fecha, el de mayor porte e importancia de nuestro municipio, inaugurado el 20 de diciembre de 1942.

El campo que fue propiedad de Don Enrique Santamarina en el pueblo de Monte Grande se llamó en honor de su benemérita esposa (Sofía Terrero), “La Sofía”. El casco del mismo es en la actualidad una notable atracción turística local, conceptuado de histórico por las memorables  reuniones que se hicieron en él, en los años trajinados en que se luchó por nuestra autonomía, particularmente la ya citada el 22 de marzo de 1913, donde se reunió todo el vecindario montegrandense, sin política alguna de por medio, y con el gran deseo de homenajear particularmente a tan distinguida personalidad lugareña.

En la sesión especial N°1 del día 4 de noviembre de 1937 se sanciona la ordenanza que en su artículo 1° dice: “Desde la promulgación de la presente ordenanza, el Departamento Ejecutivo dispondrá lo necesario para cambiar la designación de la avenida Teniente General José F. Uriburu, desde la plaza Bartolomé Mitre hasta su intersección con la calle Ramón Santamarina, debiendo llamarse en lo sucesivo Enrique Santamarina”. La iniciativa modifica se aprobó por mayoría sin discusión.

Don Enrique era hijo de Don Ramón Joaquín Manuel Cesáreo Santamarina y Valcarcel y de su segunda esposa Doña Ana Irazusta, con la cual tuvo trece hijos (tres fallecidos niños y diez que lo sobrevivieron: Ana, Enrique, Josefa, Dolores, María, Elena, Antonio, Elvira, Arturo y Jorge).
Casado con Doña Sofía Terrero, tal como ya quedó expresado, tuvo siete hijos: Enrique Arturo, Ramón José, Alfredo María, Sofía, Alejandro, Ricardo y Ernesto.

Extractado del libro: “HISTORIA del Municipio Bonaerense de Esteban Echeverría” – Tomo VI (1971/2017) de Pedro Rubén Campomar Rotger (2008), Paginas N°789,790, 791,792 y 793.

Santamarina e hijos.

La Casa Santamarina e hijos, fundada el año 1890 por D. Ramón Santamarina, es una de las más sólidas y reputadas del país, dedicándose con especialidad a los negocios bancarios, comisiones y consignaciones de frutos, explotaciones industriales y rurales, comanditas, compra y venta de tierras y administración de propiedades urbanas y rurales.
Explota, además, con haciendas de alta mestización, varios establecimientos propios, y tanto la firma como sus socios poseen gran número de ganado vacuno cuidadosa y empeñosamente seleccionado desde muchos años antes de la fundación de la razón social.

Sus establecimientos principales son los denominados Ramón I, La Colina, La Energía, La Voluntad, La Fortuna, Bella Vista, Medaland, San Alberto, La Gloria, La Elvira, Los Ángeles, Las Dos Rosas, Sarah, La Totora, La Providencia, San Pedro, San José y San Ramón, Santa Elena, La Sofía, Los Gauchos, Las Gaviotas, etcétera. Todas ellas están ubicadas en los más feraces y productivos partidos de la provincia de Buenos Aires, siendo tradicional el prestigio de que gozan entre el gremio de ganaderos y criaderos, tanto por la clase y cantidad de sus elementos, la importancia de sus transacciones y el acierto de su dirección, como por los progresos que la firma ha sabido introducir en sus explotaciones, lógica consecuencia de una larga practica  que alcanza a más de un cuarto de siglo.

La casa Santamarina e hijos es una de las primeras firmas consignatarias de frutos del país y de los más significados, como propietaria de extensos campos, no solo en la provincia de Buenos Aires, sino también en los de Santiago del Estero, Santa Fe y territorios nacionales, siendo asimismo notoria la solidez de su crédito en la República Argentina como en el exterior.
A la firma primitiva constituida por D. Ramón Santamarina, fundador de la familia de este apellido en el país, y los Dres. Ramón y José Santamarina, se incorporó en el mes de julio de 1900 Don Enrique Santamarina, quien formaba parte, desde 1892, de la razón social Santamarina y Cía., como conexa de Santamarina e hijos.

El primero de febrero de 1909 falleció el Dr. Ramón Santamarina, constituyéndose el mismo año y a raíz de esta sensible desaparición una nueva sociedad de la que formaron parte la Sra. María Gastañaga de Santamarina, D. Enrique Santamarina, jefe y administrador principal.

Extractado de un diario de época (principios de siglo XX). (Archivo Museo Histórico municipal “La Campana”).

Bibliografía consultada:

“Monte Grande en mis recuerdos y vivencias” de Aníbal Cichero Pitré (1972).
“Calles Echeverrianas que marcan nuestra historia” de Pedro Campomar Rotger (1997).
“Todo es historia en Echeverría” El libro Tomo 1 de Carlos Ángel Souza (2012).
“HISTORIA del Municipio de Esteban Echeverría” Tomo III (1890/1916) de Pedro Campomar.
“HISTORIA del Municipio de Esteban Echeverría” Tomo VI (1971/2007) de Pedro Campomar.
“ANUARIO Metro” (2000) Pedro Antonio Rubén Campomar Rotger.
“Esteban Echeverría 100 Años” (1913-2013) Pedro Antonio Rubén Campomar Rotger
Fotos de: Monte Grande Ayer, Revista del Ferrocarril Sud, Museo Histórico Municipal “La Campana”, Archivo Histórico Municipal, La Voz del Pueblo, Family Search, entre otras páginas web.

















martes, 15 de octubre de 2019

Adiós al chalet de la Flia. Cricket.


Este episodio lo llamaría “Perdiendo el Patrimonio”, paso a relatarles lo que me sucedió esta semana al confirmar mis más temidas sospechas del fin de una propiedad de estilo inglés, el chalecito que habitó la familia Cricket en el barrio San Norberto de Monte Grande (Calle Alte. Brown e Italiani). Pues, no es una propiedad tan antigua pero tenía sus encantos que la hacía deseada por los paseantes del lugar. Últimamente fue Residencia Geriátrica y hasta hace muy poco se empezó a desarmar las ventanas y se sacaron las tejas (yo ingenuo creía que la iban a restaurar) luego el alambrado perimetral y ayer paso por el lugar y me encuentro con la confirmación del destino que tuvo como tantas otras casas del distrito.

El chalet de estilo inglés con sus tejas francesas, su Bow window y porche de tres arcadas tenía en su pequeño parque unos asientos tapizado de mayólicas y en su portón de entrada de madera con techo de tejas francesas hacia las delicias del observador. Historia no hay (por lo menos yo no la sé) pero se presume que sería de los años 30 o 40 aunque su pórtico daría una señal de los 50. En el barrio donde se encuentra hay muchas residencias históricas (Quinta San Norberto, hoy demolida), Casona que habitó la Flia. Acuña del año 1906 y hoy restaurada entre otras y al frente se encuentra el Colegio “Nuestras Señoras de Monte Grande” fundado en la década del 50.

No más pérdidas de Patrimonio, los barrios característicos de casas bajas están perdiendo identidad, no solo en el conurbano sino en todo el territorio del AMBA. La construcción de torres, complejo habitacional o dúplex trae aparejado para el barrio no progreso sino regresión, ya que nos sume a una desidia y nos superpoblaciona trayendo más consumo eléctrico, agua, gas y una sobrecarga en las cloacas.

Si alguien tiene historia sobre esta residencia, comente aquí abajo así ya que perdimos un patrimonio tangible, no perdamos el intangible que son los recuerdos. Gracias.

#Basta de demoler.  #No más pérdida de Patrimonio.












miércoles, 21 de agosto de 2019

“La Storia” de la esquina Lavalle.


Casona de principios del siglo XX aun en pie ubicada en la esquina de Dardo Rocha y Lavalle de Monte Grande.

Esta casona se comenzó a construir entre 1908/1910 y su finalización data entre 1914/1915. Su ubicación es Lavalle 88 esquina Dardo Rocha de Monte Grande.
Sus habitantes, el matrimonio compuesto por los primos hermanos Don Juan Etchart, lechero en Capital Federal, y Doña María Etchart. Hubo cuatro hijos de esta unión: María, Martina, Tomasa y Carlos.

Desde su nacimiento fue restaurante y pensión. Fue bautizada como Café y Restaurante “Los Bascos”, sí, con “b larga”. Por muchos años ese nombre se lo vio en lo alto de la pared que da sobre Dardo Rocha. Luego fue inquilinato, paralelo a la función gastronómica. Este servicio cierra a principios de la década del 40 y el albergue funciona hasta 1972.

Don Etchart compró esta importante superficie muy cercana a las vías. Sólo la separaba la herrería de carros de Don Ricardo Costayat, llegaba hasta Dardo Rocha, y pasaba una casa donde habitó la familia Bustos (en el 269). Otros vecinos que han tenido sobre la vereda de Lavalle eran las familias Vero y Del Giudice, respectivamente. Enfrente estaban los Ammazzagatti, cuyo patrón era peluquero.

Entre los inquilinos más conocidos podemos nombrar al pintor Domingo “Yatasto” Vallejo, que luego vivió en Lavalle 179, el pintor y mozo Cacho Callejas, rosarino de pura cepa, los hermanos Jorge y Alberto Miles, el petiso Cuttolo, quien trabajó en lo de Pedrido y atendió el buffet del Atlético, Simón Besu, de nacionalidad rumana, Aníbal Cardón, y el conocidísimo Lito Libonatto, “El Poeta de Monte Grande”, entre muchos otros.
Disposición de la casa: Todas las habitaciones daban a un patio central. La cocina estaba hacia la entrada de Lavalle 88. La misma tenía una ventanita por donde se servía la comida. Las habitaciones daban sobre Dardo Rocha y Lavalle y estaban separadas con tabiques de madera. Había un gran salón comedor. Los baños estaban afuera y, por supuesto, había una pileta de material para lavar la ropa.

Entre las curiosidades, podemos decir que a principios de los años 20 el señor Etchart les alquilaba el salón a los conservadores y radicales para hacer sus reuniones políticas. Hacían asado en el fondo y el conservador Don Ramón Santamarina les hacía llegar porciones de este manjar a los dueños de casa. Don Ramón se trasladaba en carruaje y se sacaba el sombrero cada vez que saludaba a la señora Etchart.

El señor Brunner, confidente de esta historia, ha tenido como padres a Don Francisco Brunner y a Doña Tomasa Etchart. Las mujeres, María y Tomasa (madre e hija), manejaban la casa y el negocio. Juan fallece el 16 de enero de 1945. Tomasa tuvo las riendas del lugar hasta marzo de 1980. Luego continuó su hermano Carlos, soltero, quien fallece en 1987 o 1988. Ante este hecho, la casa queda abandonada y se deteriora aún más con el ingreso de ocupas ocasionales. Llega 1989 y se produce su venta. El comprador, Afro Liverotti, la restaura y pone fin a aquella historia para arrancar una nueva Storia de nuestros días.

En 2015, “La Storia” cerró, y esta esquina histórica fue puesta en alquiler.

Hoy 2019, funciona aquí una casa de cerveza artesanal llamada “Cervelar”.
Historia extractada de: “Perfiles montegrandenses” de Daniel Chanchi Sánchez (2015). Páginas N°144, 145 y 146.

Fotos: Jorge Abalo.

Bibliografía:

“Perfiles montegrandenses” de Daniel Chanchi Sánchez (2015).








lunes, 12 de agosto de 2019

Se nos fue una artista.


Con mucho dolor, tenemos que despedir a una artista echeverriana que ha formado a escultores que serán el futuro de este arte. Patricia Zimek de Liñán ha sido la escultora que más ha elaborado monumentos en el municipio y alrededores. Se nos fue ayer 11/08/2019 con 94 años habiendo nacido en Checoslovaquia en 1925 y abrazado Monte Grande toda una vida. Vaya este simple homenaje para recordar a esta gran persona que ha dejado su legado en cada monumento instalado en nuestro distrito.

Un poco de historia de su vida:        

Nació en Eslovaquia en 1925 (ex Republica de Checoslovaquia). Su padre era policía y su madre enfermera de la Cruz Roja. Estudio dibujo y modelado.
Desde muy joven había quedado al cuidado de su abuela y tres tías, mientras su madre trabajaba en Praga. Su padre había fallecido. Pero el inicio de la Segunda Guerra Mundial, en 1939, produjo un sismo en su vida.
La madre pudo refugiarse con el gobierno Checo en Inglaterra e intentó rescatarla, pero como la parte de Eslovaquia donde vivía la abuela había sido anexada a Hungría aliada de Alemania, no pudo hacerlo.
Durante la contienda vivió momentos muy difíciles, trabajaba en las oficinas de una fábrica, la comida era escasa y el lugar sufría el bombardeo constante del ejército americano.
A los 21 años, luego de finalizada la guerra, se fue a vivir con su madre a Inglaterra donde pudo continuar estudiando el arte escultórico en los talleres de Sutherland y Phoington en Londres.
Posteriormente, pasaron por Escocia y en 1948 llegaron a la Argentina en un barco de inmigrantes. Aquí conoció a Víctor Amauri Liñán, un hombre especializado en electrónica que vivía en Monte Grande y daba clases en la Universidad Obrera (ubicada en la esquina de Alvear y la Av. Uriburu) de la cual fue uno de sus fundadores, con quien se casó y tuvo tres hijos, quienes siguieron sus pasos (uno de ellos es ebanista, otra artista plástica y un escultor de piedra y metal). En tanto que la madre continúo trabajando en la Cruz Roja que la llevó hasta Canadá, falleciendo en nuestro país.
En la década del 60 tomó clases con el escultor Sapia-Riganelli de Remedios de Escalada. Con el correr del tiempo comenzó a realizar esculturas que fueron ubicadas en La Rioja, el Calafate, Rio Gallegos, Roque Sáenz Peña y Monte Grande, en Argentina y Berlín, en Alemania.
Desde 1998 es Profesora de la Escuela de Artes y Oficios de la Dirección de Cultura del Municipio de Esteban Echeverría y su taller es la fuente de desarrollo de varios de los escultores del distrito.
Además, cuenta con una importante cantidad de obras realizadas en nuestro municipio,  las ubicada en espacios públicos son: A los Caídos en Malvinas, Al Amigo, A todas las madres, José Francisco de San Martin, Domingo Faustino Sarmiento (ubicado en la Plaza Bartolomé Mitre), Ángel Niño, La mujer de la Paz, Madre fundadora, Madre Teresa de Calcuta y Sendero del Inmigrante. Este último monumento, por su volumen y seguramente porque la identifica con su historia, es la obra más importante realizada por ella y una de las más importantes que posee el municipio. Esta emplazada  en la esquina de las calles Alvear y Arana y simboliza el agradecimiento de los inmigrantes a la Argentina por permitir desarrollar sus raíces en este generoso suelo.

Extractado del libro: “Todo es Historia en Echeverría” El Libro Tomo 2 de Carlos Ángel Souza (2012).