Esta mansión está
ubicada sobre la calle Nuestras Malvinas al 900 de la Ciudad de Monte Grande.
Se llama “Villa Antonieta” en honor a Antonieta Gianetto, esposa del Ingeniero
de origen italiano Cayetano Perrone que
la hizo construir bajo sus directivas y se calcula que la inauguró por 1930.
Cuando se instaló en
ella, los caseros ocuparon de inmediato un viejo caserón que estaba construido
con anterioridad a 1919 y que pudo pertenecer a don Diego Barton que poseía un
saladero en la región allá por 1811. Hoy ya demolida se derribó para lotear los
terrenos reduciendo así su importante parque. Quién fue su casero, Sr. José
Guillermo Muscolino que nació en Córdoba pero se instaló junto a sus padres cuando
tenía solo un año de edad en la propiedad,
cuenta que la quinta se transformó en un
vergel con jardín al frente que en su tiempo causó deleite y admiración entre
los habitantes de Monte Grande. Muscolino recuerda que su padre como su patrón,
eran sicilianos naturales de Mesina, y por lo tanto, amantes de los frutales.
Desde su tierra llegaron numerosas plantas, olivos, moras, peras, naranjas y
otras que conformaron el arbolado monte de la mansión. El parque que pudo ser
contemplado desde la calle, contaba con una hermosa fuente y un pedestal con la
famosa loba con Rómulo y Remo. El destino final de esta figura es un tanto
oscuro. Si bien corre el rumor de que ha sido robada en parte, se cree que esta
a buen resguardo en los sótanos de la mansión.
La significativa casa
romana que tanto llamó la atención a los que la visitaban, o a los que
simplemente miraban desde afuera, contaba con un galpón y una caballeriza en la
que su dueño mantuvo siempre un par de caballos y un coqueto sulky. Hubo un
tiempo en que la mansión se alquilaba para la realización de eventos sociales,
quizás para recuperar algo de los grandes gastos que requería su mantenimiento.
Estuvo mucho tiempo abandonada a su suerte y sufrió varios incendios y hechos
de vandalismo que han estropeado seriamente la edificación y las pertenecías
del interior de la misma.
Poca gente sabe que
en la Villa Antonieta se instaló un monumental molino Hércules, el más alto de
nuestra región y el más valioso de todos los conocidos. Fue el mejor molino de
fabricación argentina, ideado por el Ing. J. A. Saglio, en sus talleres de La
Plata. El molino en cuestión fue adquirido a Don Pedro Reta, distribuidor de
implementos y artículos rurales. Se trata de un Hércules modelo Nº6, con una
escalera caracol central que permite subir a la plataforma del tanque. Allí
tiene un magnifico mirador, que en su momento tuvo incluso asientos de metal,
desde el cual se podían observar los campos más destacados de la época: La
Negra de Simón Gastón Sansinena, La Esther de Nicolás Bruzzone, La Isolina de
María Elena L. A. de González Gowland, La Campana de Federico Álvarez de
Toledo, las instalaciones de las
antiguas estancias Santa Catalina, Los Mirasoles y las torres de la Transradio
Compañía Radiotelegráfica Argentina S. A..
Hoy ese majestuoso
molino ha sido desarmado y vendido a un particular para ser restaurado para
engalanar una propiedad cerca de Lobos y la casona fue comprada por una familia
de Adrogué que la está restaurando.
Debería ser patrimonio cultural.
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