miércoles, 18 de mayo de 2016

Almacén “El Silencio” de Antonio Cervetti.

En 1893 se radicaron en Monte Grande Antonio Cervetti y S. Ciocca, y establecieron el almacén “El Progreso”, en la avenida La Plata 148 (hoy Av. Leandro N. Alem). Luego, al retirarse de la sociedad Ciocca, Cervetti se trasladó a la esquina formada por la mencionada avenida y Eduardo Arana, con el negocio “El Silencio”, un almacén famoso por aquel tiempo.
Inició su etapa pujante cuando se muda al 145 de la importante arteria mencionada. En este nuevo local, con despacho de bebidas anexo, se encontraban los vecinos de aquel entonces – en particular los lecheros – que cotidianamente concurrían a la estación ferroviaria para realizar sus despachos. Este almacén cerró sus puertas en 1949, y en sus últimos años fue atendido por Pedro Juan Cervetti, sobrino del fundador. Una de las salas del Museo Municipal “La Campana” permite conocer muchas de sus pertenencias.
(FOTO) Fotografía del Almacén “El Silencio”, tomada en el año 1907. Este almacén estuvo dirigido por Antonio Cervetti y perduró hasta el año 1949.
Libro: “Esteban Echeverria 100 Años 1913-2013 METRO.

Viejo almacén “El Silencio” de Don Antonio Cervetti, lamentablemente demolido no hace muchos años. “El Silencio” mezcla de pulpería y comercio de ramos generales fue punto tradicional de reunión y encuentro de nuestros vecinos, los tamberos, los quinteros y también los dueños de estancia. Este almacén cuyo edificio ubicado en el Nº148 de la actual Leandro N. Alem.
Libro: “El Partido Bonaerense de Esteban Echeverria y su Geografía” – Lapso: 1500-2001 – Pedro Campomar.

FOTO: El afamado almacén “El Silencio”, propiedad de Don Antonio Cervetti, instalado en el bulevar La Plata (Hoy avenida Leandro N. Alem) Nº148. Detrás del mostrador se aprecia la estampa de quién fuera destacado intendente municipal entre los años 1922 y 1925. A su izquierda, su sobrino Pedro Juan, quien actuó como Comisionado entre los años 1955 y 1958, destacándose su función pública por su honestidad. (La fotografía corresponde al año 1907).
-“Historia del Municipio Bonaerense de Esteban Echeverria” – TOMO IV – Pedro Campomar (1917/1930) 2008.
-“Cronología histórica de Monte Grande y su región” – TOMO II – Pedro Campomar – 1995.
Cierre del Almacén “El Silencio” – Comidas y discursos pronunciados en honor de Don Pedro J. Cervetti – Año 1949.

EN HONOR DE DON PEDRO J. CERVETTI – 12 ENERO 1949.
Al cierre del almacén “El Silencio”.
Por eso, señores, justamente esta noche, esta fiesta, esta magnífica mesa tendida por “Amigos de Monte Grande”, alcanza el sentido de un caluroso homenaje a Pedro Cervetti, un adherente de nuestra institución que, en el correr de muchos años, ha sabido granjearse la simpatía unánime por su correcto proceder, su hombría de bien y su honestidad a carta cabal y, seguidamente, una evocación nostálgica al negocio de almacén que llevó el simpático y tranquilizador nombre de “El Silencio” y que a Don Pedro Cervetti le cupo en suerte cerrar la elipse de su honorable recorrido hace muy poco tiempo.
Nació el clásico almacén de Cervetti, allá en el año 1893, bajo el nombre el “El Progreso”, sufriendo la modificación por el de “El Silencio” al poco tiempo de su instalación, nombre que había de perdurar hasta su cierre. Desde aquel entonces, un Cervetti en sociedad con Ciocca, fue su propietario perdurando el nombre de esta familia durante tan larga etapa de actuación comercial. Fue Don Antonio Cervetti, tío del homenajeado, su fundador, ¿Quién de los presentes no ha conocido, si lleva algunos años vividos en Monte Grande, a Don Antonio Cervetti? Aquella figura minúscula y bondadosa, siempre atenta, siempre gentil, que atendía detrás del mostrador con mirada dulce a través de sus anteojos, enfundado en su clásico saquito gris, está presente en nuestras retinas y no se borrará por mucho tiempo que pase.
Es que Don Antonio y su negocio significaron en su época toda una institución para Monte Grande. El almacén “El Silencio” era el club, la peña, el rendez-bous de los hombres de aquel entonces, allí se reunían en las tardes a comentar las novedades del día, allí se pedía un concejo, un parecer, una ayuda… Allí se hablaba de política, si, pero de esa política sana y constructiva que a todos beneficia y a nadie perjudica, porque Don Antonio, a pesar de su acendrada bondad, era enérgico para sostener inquebrantable sus principios y no permitir desvíos. Observó con fidelidad espartana el lema del partido al que consagró su vida antes romperse que doblarse.
La noble trayectoria de los Cervetti en Monte Grande a través del almacén “El Silencio” es frondosa e interesante, difícil, muy difícil resulta reproducir esta viñeta tan rica en matices y colores.
Todo lo que pretenda transmitir no alcanzará el fin buscado si el que lo escucha no ha conocido aquella época deliciosa el Monte Grande de los primeros años, de aquel Monte Grande de huellas barrosas y polvorientas del pozo y del aljibe, del farol y del sulky… y de los cocheros Don Juan, Miguelín y Don Anselmo, del Monte Grande del negro Silva y el pendenciero Cuerudo.
Viejo almacén “El Silencio”, tuviste una vida larga y provechosa, tu ultimo propietario Don Pedro Cervetti, nuestro amigo, que esta noche está con nosotros como invitado de honor, corrió definitivamente el cerrojo de tu puerta de entrada, trabajo que Don Antonio lo hacía pacientemente todas las noches, para descorrerlo al siguiente día, a la salida del sol. Aquella puerta amistosa, ya no se abre para ti, porque tú has entrado en el pasado. Tu último dueño así lo ha querido,-bien hecho está-. Has pasado a la historia de Monte Grande enriqueciéndola, incorporando una reliquia en nuestros recuerdos. Con nostalgia pasamos frente donde tú estuviste y muchas veces-¡Cuántas veces!-llevadas por el cariño y la fantasía, Creemos encontrarte de nuevo. Esta es la prueba de su arraigo y de tus meritos.
Extractado del libro: “Monte Grande en mis recuerdos y vivencias” de Aníbal Cichero Pitre – 1972.






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