domingo, 6 de marzo de 2016

Aeropuerto Internacional de Ezeiza.

Para posibilitar la creación de un aeropuerto internacional, el Estado aprobó su construcción por ley 12.285, el 30 de septiembre de 1935.
Elegido el lugar, situado a 16 kilómetros del límite S. O. de la ciudad de Buenos Aires, a tan solo 20 kilómetros del Congreso Nacional (Monolito Km. Cero), sobre una planicie elevada exenta de humo y factibles inundaciones, cuya cota es de 20 metros de altura, se le quitaron al territorio del partido de Esteban Echeverria 70,36 kilómetros cuadrados.
En 1944 el Ministerio de Obras Publicas de la Nación editó un plano, en el que se puntualiza el área a confiscar para dar paso al inicio de las obras: en el mismo se puede observar, debidamente sombreado, el espacio afectado, el nombre de sus dueños y la cantidad de hectáreas, aéreas y centiáreas tomadas.
Las tierras elegidas, declaradas de utilidad pública y afectada a expropiación, fueron del orden de 70,36 km2, alrededor del 18 por ciento del territorio del partido de Esteban Echeverria (390,09 km2). Se resumen en los decretos números 26.966 del 2 de octubre de 1944 y el 4.020, del 20 de febrero de 1945.
De esta manera, pasan a la Nación unas 6.700 hectáreas cuyos propietarios y arrendatarios se dedicaban con exclusividad a diversas tareas agropecuarias, fundamentalmente al cultivo de cereales, forrajeras y verduras, la producción tambera y la crianza e invernada de hacienda.
Más de la mitad de las hectáreas expropiadas, unas 4.000, se forestaron profusamente, dando origen al bosque artificial de Ezeiza, verdadero pulmón verde de la región metropolitana.
Esto permitió que Esteban Echeverria se convirtiera en una verdadera atracción turística que se incrementó con el agregado de balnearios, parques de diversiones, espacios para la práctica de deportes, clubes, campamentos, etc. Desde 1995, este espacio verde pertenece al vecino distrito de Ezeiza.
En 1945 comenzaron las obras para la construcción del gran aeropuerto, con un despliegue de medios humanos, técnicos y de maquinaria pocas veces visto en el país hasta ese entonces.
De esta manera, tras el correr de casi dos siglos, no solo se perdió la estancia con su casco, la capilla con la imagen de la virgen y sus numerosas instalaciones, sino también su nombre “Los Remedios”, quedo sepultado con un cúmulo de recuerdos e historia.
Cuando se procedió a la expropiación de las tierras, se inventariaron todas las existencias adheridas o fijadas al mismo suelo.
Cada cosa, cada objeto, cada elemento fue debidamente observado y analizado, y se tomó nota del estado, marca, modelo y características.
Para constancia, se abrió un expediente, propiedad por propiedad, a cargo del Ministerio de Obras Publicas de la Nación.
El 17 de mayo de 1945, a las 16 horas toman posesión de los lotes designados con los números 146 y 147, los representantes del gobierno nacional.
En el detalle que se hace del casco de “Los Remedios” y sus dependencias, se menciona que las paredes “son de ladrillos antiguos asentadas en barro, de grueso espesor, con revoques interiores de cal y arena del rio en mal estado”. El techo tiene tres partes diferentes, una de sobre la habitación que corresponde a la capilla,-que formaba parte integrante del edificio- “es de estructura resistente de troncos de palmera, con dos capas de ladrillos y azotea de baldosas coloradas”.
El aeropuerto se comenzó a construir el 22 de diciembre de 1945 y se inauguró oficialmente el 30 de abril de 1949, durante la primera presidencia del General Juan Domingo Perón. Fue el más grande del mundo en ese momento, con sus pistas de 2.100 y 3.600 metros de largo.
La obra preveía, además de sus edificios administrativos y espigones de embarque, todas las instalaciones necesarias para hangares, talleres, depósitos y dependencias militares, entre otras cosas.
Además de la creación de los Bosques de Ezeiza, con la forestación de 4.000 hectáreas, se planeó la Villa Olímpica, el Hogar Escuela, el Laboratorio Nacional de Hidráulica Aplicada y la Comisión Nacional de Energía Atómica.
El proyecto también contempló la construcción del Barrio Justicialista Nº1, con su correspondiente Centro Cívico, Hospital, Escuela y 42 manzanas de chalets, en los que sea albergaría el personal civil y militar destinado al Aeropuerto. Con el tiempo, se transformó en un barrio  residencial, estratégicamente ubicado por su cercanía con la Capital Federal y los centros urbanos de Ezeiza y Monte Grande.
En ocasión de celebrarse en 1978 el Mundial de Fútbol, la Junta Militar decidió la remodelación del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, al igual que otros del país. La reforma permitió el estacionamiento de diez aeronaves a la vez y la circulación de 3.000 vehículos por hora, con estacionamiento para 900 autos. Se reinstalaron escaleras mecánicas, hubo nueva señalización y se modernizó la planta baja del espigón internacional.
Las últimas reformas se realizaron cuando la administración del aeropuerto se privatizó y pasó a m manos de la empresa Aeropuertos 2000.

Extractado: Libro Esteban Echeverría 100 AÑOS (1913-2013) – METRO.
















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