En 1934, a veintiún
años de ser fundado nuestro partido, la estanzuela “La Sofía”, que ya era
propiedad de Enrique Santamarina, aun figuraba a nombre de Pedro Blas Arocena.
Dicho campo
“despoblado y abierto”, lindaba desde las vías del ferrocarril (ramal
Temperley-Cañuelas), hasta el histórico camino “de la Colorada” (hoy avenida
Pedro Dreyer).
La historia señala
que por 1896 pertenecía a Pedro Blas Arocena que fue vocal de la Primera
Comisión de Fomento de Monte Grande.
El 28 de agosto de
1905, según lo aportado por Ramón J. Santamarina en 1974, fue adquirida por su
padre y tenía un total de 150 hectáreas y figuraba como vendedor el Dr. Enrique
Romero, quien se supone que ofició de apoderado.
Desde aquel año,
Enrique Santamarina se destaca como vecino de
Monte Grande, afincándose siete años y siete meses antes de crearse el
nuevo partido de Esteban Echeverría (9 de abril de 1913), y convirtiéndose en
líder del movimiento autonomista local.
Por este tiempo, la
estanzuela pasa a llamarse “La Sofía”, en homenaje a Sofía Terrero, esposa de
Enrique y recordada como donante de nuestro primer centro sanitario (Casa de
Primeros Auxilios “San José”).
El portón de ingreso
a “La Sofía”, se encontraba en 1935, en la intersección de las actuales
avenidas Enrique Santamarina y Ramón Santamarina y Valcarcel (hoy Cervetti).
La propiedad,
particularmente la casona. Sufre diversas modificaciones hasta 1943, cuando
Ramón J. Santamarina, hijo del fundador, la transforma en el palacete de estilo
francés y, desde entonces, la propiedad más lujosa y señorial de nuestro
distrito.
“La Sofía” cuenta con
amplias instalaciones para el personal y cocheras, donde aún se guardan
hermosos carruajes que en épocas anteriores transitaron a diario las calles de nuestro
pueblo.
Están igualmente
conservados los boxes de la caballada y existen también comodidades para el
juego de pelota a paleta.
Amplios jardines
rodean la antigua mansión, totalmente reformada y convertida en una de las más
requeridas y representativas de nuestro municipio. Se pueden apreciar en el
lugar árboles magníficos, crecidos en un espacio que los favorece por la
presencia del sol y el aire.
Una fuente, un aljibe
y diversas estatuas ubicadas en el gran parque, de procedencia europea, otorgan
elegancia al bien cuidado entorno, cubierto de césped y de flores.
El acontecimiento
histórico más relevante de nuestro pasado se llevó a cabo en los jardines de
“La Sofía”, el domingo 22 de marzo de 1913 los vecinos de Monte Grande
concurrieron allí para conocer el resultado final, que dio por concretada
nuestra independencia comunal.
Ese día, la
importante concurrencia supo que había quedado aprobado y convertido en ley el
proyecto presentado por el senador Eduardo Arana, el 5 de octubre de 1911,
oportunidad en que se lo leyó en el recinto de la Cámara de Senadores de la
Provincia de Buenos Aires.
Extractado de:
ANUARIO Metro (2000) y Esteban Echeverría 100 Años (1913-2013) Metro (2013)
Pedro Rubén Campomar Rotger.
Don Enrique
Santamarina.
Fue nombrado por las
autoridades de la Provincia de Buenos Aires, primer comisionado, a partir de la
fundación de nuestro municipio (9-4-1913).
Se desempeñó entre el
13 de abril de 1913 y el 8 de julio del mismo año. Don Enrique Santamarina esta
conceptuado como vecino prestigioso del pueblo de Monte Grande y fundador líder
del partido de Esteban Echeverría. Figura notable y sobresaliente relieve de
nuestro pasado histórico, nervio y motor del movimiento vecinal que dio por
resultado la ansiada autonomía comunal lograda el 9 de abril de 1913.
En un primer momento
y al tiempo de radicarse entre nosotros, tras adquirir la estanzuela que fue
propiedad de Don Pedro Blas Arocena, se mostró de inmediato predispuesto e
inclinado a colaborar con los vecinos que anhelaban el adelanto y el progreso
de nuestra zona. Después de 1908 lo registramos donando el cielo raso de madera
machinbrada que muestra la iglesia de la Inmaculada Concepción, la primera que
se construyó en nuestro distrito, y apoyó las obras complementarias de la misma.
Dada sus
vinculaciones, intervino en la Comisión que entrevistó al gobernador de la
provincia de Buenos Aires, General José Inocencio Arias, con el fin de
peticionar por el mejoramiento de nuestra región, solicitándole la creación de
un nuevo partido independiente del municipio de Lomas de Zamora, en
consideración a los pocos o casi nulos servicios municipales que se recibían
por conducto de sus autoridades.
Lograda
posteriormente la creación del nuevo partido de Esteban Echeverría por gestión
del senador Don Eduardo Arana, Don Enrique Santamarina accionó al máximo su
predisposición, colaborando en todo lo concerniente a las obligaciones que
imponía la ley fundacional N°3.467, particularmente en su artículo 4°.
Para cumplimentar las
exigencias correspondientes, que obligaban a nuestros pobladores al afronte de
su peculio de los predios para levantar edificios públicos, aportó de inmediato
la importante suma de $5.000,-m/n., siguiendo su ejemplo numerosos vecinos,
quienes lo hicieron de manera patriótica y desinteresada.
Don Enrique
Santamarina intervino igualmente en la “Comisión de Vecinos” y en la “Comisión
Ejecutora” que se crearon el 22 de marzo de 1913 en “La Sofía”, casco de la ex
estanzuela de Arocena, y cuyo objetivo fue el de organizar aspectos en relación
con los inicios del nuevo partido, finiquitar gestiones, tramites y
recaudaciones.
Este vecino fue
nombrado por las autoridades provinciales como primer comisionado, ejerciendo
sus funciones entre el 13 de abril de 1913 y el 8 de julio del mismo año, tal
como ya se mencionó, sucediéndolo el señor Herminio Costanzó, compañero de
luchas y distinguido por sus anhelos de independencia lugareña.
Santamarina fue
hombre dedicado a las tareas agropecuarias, iniciándose en ellas desde muy
joven. Ocupó la presidencia del Banco de la Provincia de Buenos Aires y fue
director del Banco de la Nación Argentina, como así también del Banco Francés
del Río de la Plata.
En ocasión de
festejarse en 1938 el 25° aniversario de la fundación del partido de Esteban
Echeverría y prácticamente a un año de su muerte, acaecida el 18 de abril de
1937, el señor
Rodolfo Guillón mencionó a Don Enrique Santamarina como un
vecino sobresaliente.
“Fue candidato a la
Gobernación de Buenos Aires en momentos en que se requería agrupar a todas las
fuerzas políticas afines en torno a una persona que por sus indiscutibles
condiciones de honradez, capacidad e influencia fuera de objeto de la
consideración unánime, cargo que declinó por razones de salud. Más tarde fue
llamado a ocupar el cargo de Vicepresidente de la Republica en el Gobierno
Provisional; a causa de la dolencia que lo aquejaba, debió abandonar toda
actividad y acogerse a reposo”.
En reconocimiento de
sus positivos afanes, la población echeverriana costeó un monumento en su
memoria. Levantado en el centro de la plaza que también lleva su nombre (hoy
plazoleta de los Fundadores), y que es, a la fecha, el de mayor porte e
importancia de nuestro municipio, inaugurado el 20 de diciembre de 1942.
El campo que fue
propiedad de Don Enrique Santamarina en el pueblo de Monte Grande se llamó en
honor de su benemérita esposa (Sofía Terrero), “La Sofía”. El casco del mismo
es en la actualidad una notable atracción turística local, conceptuado de
histórico por las memorables reuniones
que se hicieron en él, en los años trajinados en que se luchó por nuestra
autonomía, particularmente la ya citada el 22 de marzo de 1913, donde se reunió
todo el vecindario montegrandense, sin política alguna de por medio, y con el
gran deseo de homenajear particularmente a tan distinguida personalidad
lugareña.
En la sesión especial
N°1 del día 4 de noviembre de 1937 se sanciona la ordenanza que en su artículo
1° dice: “Desde la promulgación de la presente ordenanza, el Departamento
Ejecutivo dispondrá lo necesario para cambiar la designación de la avenida
Teniente General José F. Uriburu, desde la plaza Bartolomé Mitre hasta su
intersección con la calle Ramón Santamarina, debiendo llamarse en lo sucesivo
Enrique Santamarina”. La iniciativa modifica se aprobó por mayoría sin
discusión.
Don Enrique era hijo
de Don Ramón Joaquín Manuel Cesáreo Santamarina y Valcarcel y de su segunda
esposa Doña Ana Irazusta, con la cual tuvo trece hijos (tres fallecidos niños y
diez que lo sobrevivieron: Ana, Enrique, Josefa, Dolores, María, Elena,
Antonio, Elvira, Arturo y Jorge).
Casado con Doña Sofía
Terrero, tal como ya quedó expresado, tuvo siete hijos: Enrique Arturo, Ramón
José, Alfredo María, Sofía, Alejandro, Ricardo y Ernesto.
Extractado del libro:
“HISTORIA del Municipio Bonaerense de Esteban Echeverría” – Tomo VI (1971/2017)
de Pedro Rubén Campomar Rotger (2008), Paginas N°789,790, 791,792 y 793.
Santamarina e hijos.
La Casa Santamarina e
hijos, fundada el año 1890 por D. Ramón Santamarina, es una de las más sólidas
y reputadas del país, dedicándose con especialidad a los negocios bancarios,
comisiones y consignaciones de frutos, explotaciones industriales y rurales,
comanditas, compra y venta de tierras y administración de propiedades urbanas y
rurales.
Explota, además, con
haciendas de alta mestización, varios establecimientos propios, y tanto la
firma como sus socios poseen gran número de ganado vacuno cuidadosa y
empeñosamente seleccionado desde muchos años antes de la fundación de la razón
social.
Sus establecimientos
principales son los denominados Ramón I, La Colina, La Energía, La Voluntad, La
Fortuna, Bella Vista, Medaland, San Alberto, La Gloria, La Elvira, Los Ángeles,
Las Dos Rosas, Sarah, La Totora, La Providencia, San Pedro, San José y San
Ramón, Santa Elena, La Sofía, Los Gauchos, Las Gaviotas, etcétera. Todas ellas
están ubicadas en los más feraces y productivos partidos de la provincia de
Buenos Aires, siendo tradicional el prestigio de que gozan entre el gremio de
ganaderos y criaderos, tanto por la clase y cantidad de sus elementos, la
importancia de sus transacciones y el acierto de su dirección, como por los
progresos que la firma ha sabido introducir en sus explotaciones, lógica
consecuencia de una larga practica que
alcanza a más de un cuarto de siglo.
La casa Santamarina e
hijos es una de las primeras firmas consignatarias de frutos del país y de los
más significados, como propietaria de extensos campos, no solo en la provincia
de Buenos Aires, sino también en los de Santiago del Estero, Santa Fe y
territorios nacionales, siendo asimismo notoria la solidez de su crédito en la
República Argentina como en el exterior.
A la firma primitiva
constituida por D. Ramón Santamarina, fundador de la familia de este apellido
en el país, y los Dres. Ramón y José Santamarina, se incorporó en el mes de
julio de 1900 Don Enrique Santamarina, quien formaba parte, desde 1892, de la
razón social Santamarina y Cía., como conexa de Santamarina e hijos.
El primero de febrero
de 1909 falleció el Dr. Ramón Santamarina, constituyéndose el mismo año y a
raíz de esta sensible desaparición una nueva sociedad de la que formaron parte
la Sra. María Gastañaga de Santamarina, D. Enrique Santamarina, jefe y
administrador principal.
Extractado de un
diario de época (principios de siglo XX). (Archivo Museo Histórico municipal
“La Campana”).
Bibliografía
consultada:
“Monte Grande en mis
recuerdos y vivencias” de Aníbal Cichero Pitré (1972).
“Calles Echeverrianas
que marcan nuestra historia” de Pedro Campomar Rotger (1997).
“Todo es historia en Echeverría”
El libro Tomo 1 de Carlos Ángel Souza (2012).
“HISTORIA del
Municipio de Esteban Echeverría” Tomo III (1890/1916) de Pedro Campomar.
“HISTORIA del
Municipio de Esteban Echeverría” Tomo VI (1971/2007) de Pedro Campomar.
“ANUARIO Metro”
(2000) Pedro Antonio Rubén Campomar Rotger.
“Esteban Echeverría
100 Años” (1913-2013) Pedro Antonio Rubén Campomar Rotger
Fotos de: Monte
Grande Ayer, Revista del Ferrocarril Sud, Museo Histórico Municipal “La
Campana”, Archivo Histórico Municipal, La Voz del Pueblo, Family Search, entre
otras páginas web.