jueves, 19 de diciembre de 2019

“La Sofía “de los Santamarina.


En 1934, a veintiún años de ser fundado nuestro partido, la estanzuela “La Sofía”, que ya era propiedad de Enrique Santamarina, aun figuraba a nombre de Pedro Blas Arocena.
Dicho campo “despoblado y abierto”, lindaba desde las vías del ferrocarril (ramal Temperley-Cañuelas), hasta el histórico camino “de la Colorada” (hoy avenida Pedro Dreyer).
La historia señala que por 1896 pertenecía a Pedro Blas Arocena que fue vocal de la Primera Comisión de Fomento de Monte Grande.

El 28 de agosto de 1905, según lo aportado por Ramón J. Santamarina en 1974, fue adquirida por su padre y tenía un total de 150 hectáreas y figuraba como vendedor el Dr. Enrique Romero, quien se supone que ofició  de apoderado.
Desde aquel año, Enrique Santamarina se destaca como vecino de  Monte Grande, afincándose siete años y siete meses antes de crearse el nuevo partido de Esteban Echeverría (9 de abril de 1913), y convirtiéndose en líder del movimiento autonomista local.
Por este tiempo, la estanzuela pasa a llamarse “La Sofía”, en homenaje a Sofía Terrero, esposa de Enrique y recordada como donante de nuestro primer centro sanitario (Casa de Primeros Auxilios “San José”).

El portón de ingreso a “La Sofía”, se encontraba en 1935, en la intersección de las actuales avenidas Enrique Santamarina y Ramón Santamarina y Valcarcel (hoy Cervetti).
La propiedad, particularmente la casona. Sufre diversas modificaciones hasta 1943, cuando Ramón J. Santamarina, hijo del fundador, la transforma en el palacete de estilo francés y, desde entonces, la propiedad más lujosa y señorial de nuestro distrito.
“La Sofía” cuenta con amplias instalaciones para el personal y cocheras, donde aún se guardan hermosos carruajes que en épocas anteriores transitaron a diario las calles de nuestro pueblo.
Están igualmente conservados los boxes de la caballada y existen también comodidades para el juego de pelota a paleta.

Amplios jardines rodean la antigua mansión, totalmente reformada y convertida en una de las más requeridas y representativas de nuestro municipio. Se pueden apreciar en el lugar árboles magníficos, crecidos en un espacio que los favorece por la presencia del sol y el aire.
Una fuente, un aljibe y diversas estatuas ubicadas en el gran parque, de procedencia europea, otorgan elegancia al bien cuidado entorno, cubierto de césped y de flores.

El acontecimiento histórico más relevante de nuestro pasado se llevó a cabo en los jardines de “La Sofía”, el domingo 22 de marzo de 1913 los vecinos de Monte Grande concurrieron allí para conocer el resultado final, que dio por concretada nuestra independencia comunal.
Ese día, la importante concurrencia supo que había quedado aprobado y convertido en ley el proyecto presentado por el senador Eduardo Arana, el 5 de octubre de 1911, oportunidad en que se lo leyó en el recinto de la Cámara de Senadores de la Provincia de Buenos Aires.

Extractado de: ANUARIO Metro (2000) y Esteban Echeverría 100 Años (1913-2013) Metro (2013) Pedro Rubén Campomar Rotger.

Don Enrique Santamarina.

Fue nombrado por las autoridades de la Provincia de Buenos Aires, primer comisionado, a partir de la fundación de nuestro municipio (9-4-1913).
Se desempeñó entre el 13 de abril de 1913 y el 8 de julio del mismo año. Don Enrique Santamarina esta conceptuado como vecino prestigioso del pueblo de Monte Grande y fundador líder del partido de Esteban Echeverría. Figura notable y sobresaliente relieve de nuestro pasado histórico, nervio y motor del movimiento vecinal que dio por resultado la ansiada autonomía comunal lograda el 9 de abril de 1913.
En un primer momento y al tiempo de radicarse entre nosotros, tras adquirir la estanzuela que fue propiedad de Don Pedro Blas Arocena, se mostró de inmediato predispuesto e inclinado a colaborar con los vecinos que anhelaban el adelanto y el progreso de nuestra zona. Después de 1908 lo registramos donando el cielo raso de madera machinbrada que muestra la iglesia de la Inmaculada Concepción, la primera que se construyó en nuestro distrito, y apoyó las obras complementarias de la misma.

Dada sus vinculaciones, intervino en la Comisión que entrevistó al gobernador de la provincia de Buenos Aires, General José Inocencio Arias, con el fin de peticionar por el mejoramiento de nuestra región, solicitándole la creación de un nuevo partido independiente del municipio de Lomas de Zamora, en consideración a los pocos o casi nulos servicios municipales que se recibían por conducto de sus autoridades.

Lograda posteriormente la creación del nuevo partido de Esteban Echeverría por gestión del senador Don Eduardo Arana, Don Enrique Santamarina accionó al máximo su predisposición, colaborando en todo lo concerniente a las obligaciones que imponía la ley fundacional N°3.467, particularmente en su artículo 4°.

Para cumplimentar las exigencias correspondientes, que obligaban a nuestros pobladores al afronte de su peculio de los predios para levantar edificios públicos, aportó de inmediato la importante suma de $5.000,-m/n., siguiendo su ejemplo numerosos vecinos, quienes lo hicieron de manera patriótica y desinteresada.

Don Enrique Santamarina intervino igualmente en la “Comisión de Vecinos” y en la “Comisión Ejecutora” que se crearon el 22 de marzo de 1913 en “La Sofía”, casco de la ex estanzuela de Arocena, y cuyo objetivo fue el de organizar aspectos en relación con los inicios del nuevo partido, finiquitar gestiones, tramites y recaudaciones.

Este vecino fue nombrado por las autoridades provinciales como primer comisionado, ejerciendo sus funciones entre el 13 de abril de 1913 y el 8 de julio del mismo año, tal como ya se mencionó, sucediéndolo el señor Herminio Costanzó, compañero de luchas y distinguido por sus anhelos de independencia lugareña.

Santamarina fue hombre dedicado a las tareas agropecuarias, iniciándose en ellas desde muy joven. Ocupó la presidencia del Banco de la Provincia de Buenos Aires y fue director del Banco de la Nación Argentina, como así también del Banco Francés del Río de la Plata.

En ocasión de festejarse en 1938 el 25° aniversario de la fundación del partido de Esteban Echeverría y prácticamente a un año de su muerte, acaecida el 18 de abril de 1937, el señor 

Rodolfo Guillón mencionó a Don Enrique Santamarina como un vecino sobresaliente.
“Fue candidato a la Gobernación de Buenos Aires en momentos en que se requería agrupar a todas las fuerzas políticas afines en torno a una persona que por sus indiscutibles condiciones de honradez, capacidad e influencia fuera de objeto de la consideración unánime, cargo que declinó por razones de salud. Más tarde fue llamado a ocupar el cargo de Vicepresidente de la Republica en el Gobierno Provisional; a causa de la dolencia que lo aquejaba, debió abandonar toda actividad y acogerse a reposo”.

En reconocimiento de sus positivos afanes, la población echeverriana costeó un monumento en su memoria. Levantado en el centro de la plaza que también lleva su nombre (hoy plazoleta de los Fundadores), y que es, a la fecha, el de mayor porte e importancia de nuestro municipio, inaugurado el 20 de diciembre de 1942.

El campo que fue propiedad de Don Enrique Santamarina en el pueblo de Monte Grande se llamó en honor de su benemérita esposa (Sofía Terrero), “La Sofía”. El casco del mismo es en la actualidad una notable atracción turística local, conceptuado de histórico por las memorables  reuniones que se hicieron en él, en los años trajinados en que se luchó por nuestra autonomía, particularmente la ya citada el 22 de marzo de 1913, donde se reunió todo el vecindario montegrandense, sin política alguna de por medio, y con el gran deseo de homenajear particularmente a tan distinguida personalidad lugareña.

En la sesión especial N°1 del día 4 de noviembre de 1937 se sanciona la ordenanza que en su artículo 1° dice: “Desde la promulgación de la presente ordenanza, el Departamento Ejecutivo dispondrá lo necesario para cambiar la designación de la avenida Teniente General José F. Uriburu, desde la plaza Bartolomé Mitre hasta su intersección con la calle Ramón Santamarina, debiendo llamarse en lo sucesivo Enrique Santamarina”. La iniciativa modifica se aprobó por mayoría sin discusión.

Don Enrique era hijo de Don Ramón Joaquín Manuel Cesáreo Santamarina y Valcarcel y de su segunda esposa Doña Ana Irazusta, con la cual tuvo trece hijos (tres fallecidos niños y diez que lo sobrevivieron: Ana, Enrique, Josefa, Dolores, María, Elena, Antonio, Elvira, Arturo y Jorge).
Casado con Doña Sofía Terrero, tal como ya quedó expresado, tuvo siete hijos: Enrique Arturo, Ramón José, Alfredo María, Sofía, Alejandro, Ricardo y Ernesto.

Extractado del libro: “HISTORIA del Municipio Bonaerense de Esteban Echeverría” – Tomo VI (1971/2017) de Pedro Rubén Campomar Rotger (2008), Paginas N°789,790, 791,792 y 793.

Santamarina e hijos.

La Casa Santamarina e hijos, fundada el año 1890 por D. Ramón Santamarina, es una de las más sólidas y reputadas del país, dedicándose con especialidad a los negocios bancarios, comisiones y consignaciones de frutos, explotaciones industriales y rurales, comanditas, compra y venta de tierras y administración de propiedades urbanas y rurales.
Explota, además, con haciendas de alta mestización, varios establecimientos propios, y tanto la firma como sus socios poseen gran número de ganado vacuno cuidadosa y empeñosamente seleccionado desde muchos años antes de la fundación de la razón social.

Sus establecimientos principales son los denominados Ramón I, La Colina, La Energía, La Voluntad, La Fortuna, Bella Vista, Medaland, San Alberto, La Gloria, La Elvira, Los Ángeles, Las Dos Rosas, Sarah, La Totora, La Providencia, San Pedro, San José y San Ramón, Santa Elena, La Sofía, Los Gauchos, Las Gaviotas, etcétera. Todas ellas están ubicadas en los más feraces y productivos partidos de la provincia de Buenos Aires, siendo tradicional el prestigio de que gozan entre el gremio de ganaderos y criaderos, tanto por la clase y cantidad de sus elementos, la importancia de sus transacciones y el acierto de su dirección, como por los progresos que la firma ha sabido introducir en sus explotaciones, lógica consecuencia de una larga practica  que alcanza a más de un cuarto de siglo.

La casa Santamarina e hijos es una de las primeras firmas consignatarias de frutos del país y de los más significados, como propietaria de extensos campos, no solo en la provincia de Buenos Aires, sino también en los de Santiago del Estero, Santa Fe y territorios nacionales, siendo asimismo notoria la solidez de su crédito en la República Argentina como en el exterior.
A la firma primitiva constituida por D. Ramón Santamarina, fundador de la familia de este apellido en el país, y los Dres. Ramón y José Santamarina, se incorporó en el mes de julio de 1900 Don Enrique Santamarina, quien formaba parte, desde 1892, de la razón social Santamarina y Cía., como conexa de Santamarina e hijos.

El primero de febrero de 1909 falleció el Dr. Ramón Santamarina, constituyéndose el mismo año y a raíz de esta sensible desaparición una nueva sociedad de la que formaron parte la Sra. María Gastañaga de Santamarina, D. Enrique Santamarina, jefe y administrador principal.

Extractado de un diario de época (principios de siglo XX). (Archivo Museo Histórico municipal “La Campana”).

Bibliografía consultada:

“Monte Grande en mis recuerdos y vivencias” de Aníbal Cichero Pitré (1972).
“Calles Echeverrianas que marcan nuestra historia” de Pedro Campomar Rotger (1997).
“Todo es historia en Echeverría” El libro Tomo 1 de Carlos Ángel Souza (2012).
“HISTORIA del Municipio de Esteban Echeverría” Tomo III (1890/1916) de Pedro Campomar.
“HISTORIA del Municipio de Esteban Echeverría” Tomo VI (1971/2007) de Pedro Campomar.
“ANUARIO Metro” (2000) Pedro Antonio Rubén Campomar Rotger.
“Esteban Echeverría 100 Años” (1913-2013) Pedro Antonio Rubén Campomar Rotger
Fotos de: Monte Grande Ayer, Revista del Ferrocarril Sud, Museo Histórico Municipal “La Campana”, Archivo Histórico Municipal, La Voz del Pueblo, Family Search, entre otras páginas web.