viernes, 28 de octubre de 2016

Casa de Primeros Auxilios “San José”.

El mismo día se paso la nota de agradecimiento a la señora de Santamarina y tan solo quedo pendiente el trámite de la escritura de traslación de dominio del terreno y del edificio. Esta cuestión administrativa se resolvió el 10 de agosto de 1930, cuando el intendente Juan M. Recarte, quien había asumido sus funciones el 1º de enero de dicho año, firmó el decreto por el cual se nombró al escribano Francisco A. Crespo, “para que proceda a escriturar a favor de esta Municipalidad”, tomando de las Rentas Generales o imputado al inciso 9º del presupuesto en vigencia, los gastos ocasionados por su gestión notarial.
Con anterioridad, el 19 de marzo, también del mismo año, día de San José, Doña Sofía – la donante – entregó la Casa de Primeros Auxilios prometida a la comisión administradora.
El edificio, cuyo plano se incluía en el expediente Nº81, fue controlado en lo que respecta a su construcción y detalles por sus proyectistas, los arquitectos Peralta Martínez y Denis, quienes se lucieron con la obra por su calidad y terminación.
De inmediato se nombró la comisión administradora, integrada por las siguientes personas: María S. de Schenser, Juan Recarte, Sofía S. de Cervetti, Nélida P. de Rotta, Ana P. de Cardeza, Arturo Banante, Oscar Francisco Risso, Bartolomé Raffo y Luciano Honorato Valette.
Estos vecinos redactaron un reglamento interno para la asistencia de los enfermos, y las normas para que la dirección técnica del establecimiento pudiera manejarse de manera autónoma.
La máxima preocupación se centró en la búsqueda de recursos monetarios para asegurar el funcionamiento de los servicios asistenciales, iniciados oficialmente tras el ingreso del primer enfermo, el 1º de junio de 1930.
De inmediato, se organizó una colecta popular que contó con gran apoyo del vecindario.
Al servicio de hospitalización general se le sumó al poco tiempo la maternidad y la atención de niños y niñas.
El consultorio externo atendió a 303 pacientes durante 1930 y 892 durante 1931.
El consultorio de garganta, nariz y oído fue implantado a los pocos meses de habilitarse el establecimiento. Estuvo a cargo del Dr. Nicolás Arriola, profesional de Buenos Aires, quien renunció al poco tiempo, lo que motivó la cancelación temporaria de esta prestación.
La vacunación antivariólica comenzó a ser aplicada en 1931 y, en marzo del mismo año, se habilitó el consultorio de odontología, que estuvo a cargo del Dr. Anacleto Rojas, primer odontólogo que tuvo el pueblo de Monte Grande.
Desde su apertura se fueron incrementando las curaciones y atenciones, tanto en el servicio de guardia como en las internaciones, como consecuencia de un aumento demográfico permanente en nuestra zona.
Entre el 1º de enero al 31 de diciembre de 1934, se internaron en las salas del “San José”, 162 enfermos (23 en la maternidad, 99 en clínica general, y 40 correspondientes a cirugía mayor). De estos, 80 fueron varones y 82 mujeres.
Por este tiempo Sofía Terrero de Santamarina posibilitó con su aporte, la creación de una sala destinada a laboratorio químico farmacéutico.
El segundo ejercicio estuvo a cargo de una nueva comisión, continuadora de la que integró en un primer momento y nominada para cubrir el periodo comprendido entre los años 1931 y 1934.
Dicha comisión estuvo a cargo de las siguientes personas: Ángela S. de Barbier, Josefa T. de Bescuñana, Felisa R. de Farina, Armando Marcó, Luciano Honorato Valette, Luis Bonthoux, Luis. Coronado y Martín Pecotche.
Los dos primeros elencos médicos y auxiliares que tuvo la Casa de Primeros Auxilios “San José”, se conformaron de la siguiente manera: a)-Primero: Dr. Emilio Fernando Cardeza (Director), Dr. Ángel Camilo Rotta, Dr. Alfredo Bertoni, Dr. Antonio Schene, Dr. Nicolás Arriola, Dr. Antonio Montenegro (hijo), Dr. Anacleto Rojas, Srta. Mariana Arbel, Mario S. Dreyer, Jesús Rodríguez (enfermero) y Alejandro Cañas (enfermero).
b)-Segundo: Dr. Ángel Camilo Rotta (Director), Dr. Emilio Fernando Cardeza, Dr. Alfredo Bertoni, Dr. Manuel Medel, Dr. Dardo García Díaz, Dr. Antonio Montenegro (hijo), Dr. Anacleto Rojas, Mariana Arbel, Mario S. Dreyer, Jesús Rodríguez (enfermero) y Alejandro Cañas (Enfermero).
En 1935 asume la tercera comisión administradora, bajo la presidencia del comerciante Héctor Magliola.
Esta comisión, como así también el personal de este pequeño hospital y la población de todo el partido, se estremeció ante la noticia del fallecimiento de Sofía Terrero de Santamarina el 7 de mayo de 1935.
El Honorable Concejo Deliberante le rindió homenaje y el 20 de diciembre se colocó una placa de bronce en un muro de esa casa de asistencia creada por ella. El 12 de diciembre de 1937 se inauguró un busto de mármol blanco con la figura de doña Sofía que expone en la actualidad en uno de los pasillos de la Casa de Primeros Auxilios “San José”, desde 1999 “Casa de la Cultura” y sede de la Dirección de Cultura y Educación de la Municipalidad de Esteban Echeverria.
Mientras tanto el promedio mensual de internados había crecido a 21,8 pacientes, atendiéndose en 1935, solo en el consultorio externo, la cifra récord de 4.145 enfermos, cantidad exorbitante en relación con los 10.000 habitantes que por aquel entonces tenía nuestro partido. El servicio de ambulancias, para tener una idea, realizó 238 traslados (138 varones y 100 mujeres).
La atención masiva de gente obligaba a la ampliación de las dependencias y a la rápida creación de otras. La construcción original programada resultó chica a los cinco años de ser levantada.
En 1936 se adquirió el inmueble lindero ubicado hacia el lado este, cosa que permitió incluir nuevas salas y brindar así un mejor servicio.
De esta ampliación surgió una nueva sala de maternidad equipada por Estefanía E. de Echemendi, con anexo para partos, una mejor sala para la internación de los hombres y otras para niños, además de baños, sala para rayos X, etc..
En 1937 se habían instalado un total  de 32 camas, atendiéndose en 1939 la cifra record de 12.167 enfermos a un promedio mensual de 57,3 internados, lo que demandó un gasto de pesos 521,30 m/n, en algodón y gasa, pesos 166,25 en alcohol y pesos 128,00 m/n, en vendas.

Extractado de libros de Pedro Rubén Campomar Rotger.














jueves, 13 de octubre de 2016

Quinta Villa Elena.

A la vera de las vías del Ferrocarril Sud llegando a la estación de Monte Grande, se admiraba desde el tren, la cuidada quinta, de cinco cuadras de largo y cincuenta metros de ancho, que don Vicente Ramos (1) había trazado con notable buen gusto. Un chispeante ocasional compañero de viaje en el tren, le oí decir una tarde, en que admiraba sin reservas al pasar el vehículo frente a su preciosa arboleda y cercos vivos, que la quinta de Ramos, era una preciosura y que por lo largo y angosta de sus dimensiones, le hacía recordar a “la lengua de vaca”. Fue dicha quinta Villa Elena, una realización de gran estilo, producto del esfuerzo de un hombre de empresa, español de origen y dueño en aquel entonces de la confitería y restaurant “El Tren Mixto” (2), frente a la Estación de Plaza Constitución. Supo vivir bien y en su hermosa quinta volcó muchas de sus inquietudes espirituales. Su amplia casa almenada, todavía sobrevive (3), muy bien tenía y recuerdo esa mansión, alhajada con muebles de estilo y calidad, poco común en aquel entonces en las afueras de Capital, que  por lo general las casas quintas eran receptáculos de los destartalados muebles que se renovaban en la ciudad. Poseía esa mansión grandes cocheras donde guardaban coches de gran calidad, todos europeos. Recuerdo un gran break y una chanet, carruajes franceses adquiridos en uno de sus frecuentes viajes a Europa, en los que enganchaban un tronco y un brioso trotador “hackney”, que lucían por las tardes, su magnifico brazeado, tan característico de la noble raza.

Extractado: Libro “Monte Grande, en mis recuerdos y vivencias” de Aníbal Cichero Pitré (1972). Apéndice actualizado y corregido a la fecha con referencias de libros de Pedro Campomar Rotger.

(1): Vicente Ramos fue una antiguo vecino que se instaló en estos pagos para después adquirir su quinta en 1903. Había nacido en 1871, en Brión, feligresía de Santa María de los Ángeles, provincia de La Coruña. Diócesis de Santiago de Compostela, a solo once kilómetros de esta importante ciudad de Galicia, en España. Contrajo matrimonio con Paulina Ema Tettamanti, una argentina hija de inmigrantes italianos. Nuestra vecina Raquel de Toro (escritora local) es su nieta.
(2): La conocida y afamada confitería “El Tren Mixto”, estaba ubicada en la concurrida esquina de las calles Lima y Brasil, frente a la Estación Constitución, donde aún perdura su nombre.
(3): El Castillo fue demolido en 2009, hoy en día en su lugar hay departamentos para oficinas y locales.

NOTA: Esta notable quinta fue perdiendo terreno al ser loteado con el correr de los años, ahí funcionó un geriátrico y quedó medio abandonado a su suerte el notable castillo con su torreón hasta que fue adquirido por una empresa que lo demolió a fines de 2009 para hacer el condominio con locales que hay actualmente.
En su quinta nació el tennis en Monte Grande, ya que se jugó en 1916 en su cancha de “La Elena” de Vicente Ramos, (quizás una de las primeras canchas en Monte Grande) y en 1917 quedó constituido el “Monte Grande Lawn Tennis Club” (Hoy propiedad del “Club Social” (con sede en Dorrego y M. Acosta).
En 1903, Emilio Monjou de Laperrier vendió su quinta a Don Vicente Ramos, quien la rebautizó Con el nombre de “Villa Paulina”, en honor a su esposa, Doña Paulina Ema Tettamanti. Ramos amplió la casa original y la modificó sustantivamente durante 1905, convirtiéndola en una casona que causó admiración durante muchos años. Emilio Monjou de Laperrier era un vecino de origen francés quien había hecho construir en una angosta fracción de tierra lindera con el ferrocarril, una vivienda de fin de veraneo para él y su familia. Laperrier llamó a su propiedad “Villa Elena” (se infiere que sería el nombre de su esposa) y así se la conoció durante mucho tiempo.
En la Mansión de Vicente Ramos tuvo también su día de fama. En sus jardines se realizó una gran fiesta popular en agradecimiento al entonces gerente del Ferrocarril Sud, Frank Henderson. En esos tiempos en que el ferrocarril era sinónimo de progreso, Henderson había atendido con rapidez los reclamos de los vecinos para instaurar un servicio de diez trenes diarios a Plaza Constitución. Además de la gran fiesta en la que se invitó a todo el pueblo, fue en ese acontecimiento cuando se dispuso que la plaza frente a la estación llevara el nombre del gerente del ferrocarril, luego cambiado.

La fracción que nos compete queda sobre las calles E. Arana esquina Rivadavia de Monte Grande.




lunes, 26 de septiembre de 2016

El día en que Esteban Echeverría fue noticia mundial.

Hace 5 años, más precisamente un lunes 26 de septiembre de 2011, una noticia lamentable nos despertaba a los ciudadanos del distrito. Una explosión en la madrugada (alrededor de las 2 de la mañana) sobresaltaba a los vecinos del barrio “El Zaizar” de Transradio, de 9 de Abril. Por el momento se mencionaba la caída de un meteorito que con el correr de las horas se fue diluyendo y dejando muchas dudas, ya que las pericias daban por sentado que se trataba de una conexión de gas ilegal con la que contaba el vecino damnificado. Desde ese día se recuerda el “Horno Pizzero” u “el ratón hocicudo” y hasta hoy está envuelta en un manto de dudas e irregularidades, desde la “bola de fuego”, meteorito, satélite, zonda extraterrestre y un montón de suposiciones se barajaron pero lo real fue que dejó una víctima fallecida, se trataba de una mujer de nacionalidad peruana llamada Silvia Espinoza Infante de 43 años en ese entonces cuando se le desplomara sobre su cabeza el techo de la vivienda y el saldo de 9 personas heridas y atendidas en el hospital municipal “Santamarina” de Monte Grande. Entre los heridos se encontraban: Yanigres Cornejo Medina, Fabián Sequeira, Rodrigo Sequeira, Emanuel Sequeira, Orlando Pedroso, Paola Pedroso, Alejandra Rodríguez, Julio Espinoza e Hilda Ortiz.

La explosión se originó sobre la vivienda ubicada en la calle Vernet 3865 y dejó dos viviendas destruidas y daños a las viviendas por más de doscientos metros a la redonda, incluidos tres automóviles propiedad del damnificado que quedaron destruidos. Hoy ha cinco años del incidente, en  el lugar se halla un terreno baldío y una causa abierta sobre el propietario de la vivienda. Los medios internacionales se habían hecho eco del misterioso acontecimiento reflejando en sus páginas lo sucedido y escribiendo en sus archivos la historia de cuando Esteban Echeverria fue noticia mundial.

Bibliografía consultada:

Diario La Tercera
Diario Popular
Diario Día EE
Diario Info Región
Diario La Unión

Archivo y fotos propias.




viernes, 9 de septiembre de 2016

El “mágico Ginkgo Biloba”.

Este curioso árbol, estaba ubicado en la plaza Bartolomé Mitre, sobre la avenida Sofía Terrero de Santamarina, a pasos de su intersección con la avenida Leandro N. Alem (casi frente al Nº445), de la ciudad de Monte Grande. Pertenece a la clase de las coníferas, familia de las ginconaceas y su nombre común es Ginkgo Biloba. Procede del continente asiático y en particular de China y Japón.

Nuestro Ginkgo Biloba, no se sabe a ciencia cierta quién lo plantó pero se dice que llegó a plaza Mitre cerca de 1910, con el primer nativo de Japón en el sur del Gran Buenos Aires, Ishikawa, quien tuvo un vivero el Luis Guillón y lo habría obsequiado a unos vecinos.
“Bajo su sombra, las primeras colectividades japonesas locales realizaban celebraciones en honor a sus antepasados, festejos de cambios de estación y de fertilidad”, “El ejemplar de Monte Grande es realmente histórico, el más antiguo junto a 4 hermanos que hay en la provincia de Buenos Aires” dice Roberto Labraña (un historiador del tema) en un ejemplar de “Boletín Municipal”.

Posiblemente haya sido introducido en Europa por un cirujano de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, Engelbert Kaempfer, maravillado por las virtudes de esa planta.
De sus hojas se obtiene un extracto que mejora la circulación. Un ginkgo brotó después de la bomba atómica e Hiroshima cuando todo estaba muerto.

Nuestro ejemplar de Monte Grande, se enfermó en los últimos años cuando sus ramas fueron atacadas por la parásita llamada “Tillandsia Badensis Baker”, ocasionándole la muerte. Por ello, en el marco del año del 125º Aniversario de la fundación del pueblo de Monte Grande (1889-2014), se decidió plantar un sustituto de menor edad pero con el cuerpo y altura suficiente como para resistir el trasplante. Esto sucedió el 14 de mayo de 2014 y en la plantación participaron vecinos y entidades locales.

Bibliografía:

Libro “El Partido Bonaerense de Esteban Echeverria, su geografía” (lapso: 1500-2001) de Pedro Campomar. (2001).

www.estebanecheverria.gov.ar/cultura/plaza_mitre.html

“Boletín Municipal”

“Ginkgo Biloba”: Folleto entregado en la plantación de 2014 con una reseña.


Anuario METRO (2000) Pedro Campomar.









domingo, 21 de agosto de 2016

La casa sin ochava.

Esta curiosa casa se encuentra en la esquina de Bouchard y Duclout de la ciudad de Monte Grande, justo en la manzana que comprende las calles Hipólito Bouchard, Jorge Duclout, Fray Mamerto Esquiu y Nuestras Malvinas, donde se encuentra el Colegio Nacional Mixto “Gobernador Mariano Saavedra (EEM Nº214 Dr. Francisco Muñiz ).

Esta edificación es muy antigua, se dice que era una caballeriza (si bien pudo haber pertenecido a algunas de las quintas que hubo antes en esa manzana como “el gallinero”, la “quinta de Casterán” o la propiedad del escribano Rodolfo Di Ció (Malvinas 850)).

La ochava en las construcciones de Buenos Aires es anterior a la época del gobernador Juan Manuel de Rosas que dispuso la obligación del uso del corte de ochava en las esquinas como medida de seguridad para los vecinos, ya que permitía prevenir el acecho de los malevos asaltantes que se aprovechaban del ángulo recto para atacar a sus víctimas, también sirvió para que no haya accidentes ya que no se ve y permite anticiparse a los accidentes vehiculares.




domingo, 31 de julio de 2016

Arco de Barrio Grande.

Todo barrio tenía en su época un arco de entrada y Barrio Grande no es la excepción, en los primeros loteos de dicho barrio de la localidad de Monte Grande, fueron llevados a cabo por la compañía MERINYR donde ofrecían 1100 lotes.
Barrio Grande está limitado por las calles Gustavo A. Hoerth, calle Alfonso Amat Murtra, calle Partido de Junín y calle Gral. Martin Rodríguez. (1)
Actualmente sobreviven aun los pilares sobre las calles Hoerth y Rivadavia.
(1): Libro “El Partido Bonaerense de Esteban Echeverría, su geografía” (lapso: 1500-2001) de Pedro R. Campomar Rotger, pagina Nº61.

Crédito de las fotos: Monte Grande Ayer y Google Street View.

lunes, 18 de julio de 2016

Frigorífico Monte Grande.

Don Gustavo A. Hoerth fue uno de los primeros industriales establecidos en el pueblo de Monte Grande, en un sector de la actual ciudad que prácticamente era pleno campo en el pasado. Su padre Don Augusto levantó en 1908 un pequeño frigorífico para la producción de fiambres y conservas al típico estilo alemán, que tras el correr del tiempo logró notable importancia y fama.
Don Augusto se hizo cargo de este modesto establecimiento en 1911, asociándose a los señores Fernando Vater y Ricardo Banus, este ultimo fundador de la cadena de cervecerías “Múnich”, que adquirieron tanta relevancia en Buenos Aires. Con estos dos socios fundó la firma “Frigorífico Monte Grande”.
Años más tarde, disuelta la sociedad, quedó Gustavo A. Hoerth al frente del establecimiento como único dueño, modernizando las instalaciones y anexando la fabricación de envases de hojalata, requeridos para sus conservas.
El frigorífico fue sumando un gran prestigio a raíz de la calidad de las especialidades, reiteradas veces premiadas en distintas exposiciones, recordándose la excelente producción de jamones, salchichas y diversas variedades de embutidos europeos, que entendemos no fueron jamás igualadas por los frigoríficos competidores.
En 1931, dado el crecimiento de este establecimiento, que cumplió una etapa de prosperidad constante en sus primeros años, se reactualizó la administración del mismo, formalizándose una nueva sociedad fundadora de la S. A. Frigorifico Monte Grande Ltda.”, con un capital suscripto de medio millón de pesos, haciéndose cargo del directorio el señor Gustavo A. Hoerth, hasta mediados de 1934.
Esta empresa que potencialmente fue la más importante de nuestro pasado lugareño, prosiguió sus actividades frigoríficas en constante aumento, en manos de nuevos y activos empresarios, que lo convirtieron en uno de los frigoríficos más importantes de nuestro país.
Por todo esto Gustavo A. Hoerth fue un personaje de relieve dentro de la comunidad echeverriana y particularmente en el ámbito de Monte Grande. Su popularidad lo convirtió en hombre público de reconocida actuación.
Fue Comisionado municipal desde el 28 de junio de 1931 al 31 de diciembre de dicho año, y también fue dos veces intendente. Primero entre el 28 de febrero de 1932 y el 21 de noviembre de 1933 y segundo entre el 1º de enero de 1934 y el 15 de julio de dicho año.
El señor Hoerth había nacido el 30 de junio de 1888, falleciendo el 31 de agosto de 1964.
Gustavo Hoerth tiene una calle de la localidad de Monte Grande que nace en la avenida Leandro N. Alem al 1900 (izquierda). Es paralela en su nacimiento con las calles Tomás Ghersi y Juan José Castelli.

Extractado del libro: “Calles echeverrianas que marcan nuestra historia” de Rubén Campomar Rotger – Paginas Nº259 y 260.

Naum Kacowicz: Ultimo presidente del directorio del Frigorífico Monte Grande S. A.. Experto en el manejo de la industria de la carne y hábil como organizador.
Dinámico empresario que supo imprimir un pujante progreso a esta gran empresa (hoy desaparecida), que dio empleo en sus últimos tiempos a más de 1000 personas, registrando una producción diaria promedio de 25 toneladas de carne para el consumo y la exportación.
El señor Kacowicz se caracterizó igualmente como benefactor, recordándose que fue presidente del Hospital Israelita de Buenos Aires, y de la firma Kacowicz S.A.C.I.F...


Extractado del libro: “El partido Bonaerense de Esteban Echeverria, su geografía.” De Pedro Campomar Rotger. (2001) paginas Nº109 y 110.













viernes, 24 de junio de 2016

La “María Elena” de Alberto Barceló.

En la década del ’20, ya se hallaba asentado “Villa Iris”, el “Chalet” de Pedro Falabrino en Av. Enrique Santamarina y Recondo de Monte Grande. Después a finales del `20 y principios del `30, compra la propiedad, Alberto Barceló y decide reformarla para darle el toque distintivo de un palacete para dotarlo de tecnología de la época como ser el primer portero eléctrico de la región y un ascensor de marca OTIS. La quinta abarcaba al menos tres manzanas. Hay dos hipótesis de cómo llegó Barceló a Monte Grande, una es la más “aceptada” es por prescripción del médico de su hija que padecía una enfermedad grave y le recomendó que se vayan a Monte Grande que por la época le llamaban la “Córdoba Chica” por la calidad del aire, ya que se encuentra en una zona alta y la otra hipótesis es que cultivó amistad con Manuel Estévez (1), editor del periódico “El Pueblo” de Barracas al Sur, y de la mano de este, arriba a Esteban Echeverría. Arribó a estos lares con su señora Mariana Boloqué y Galdeano (oriunda de Uruguay y afincada en Barracas al Sur) y su hija María Elena. La mansión, tenía su entrada por Av. E. Santamarina y Francisco B. Recondo, donde se hallaba un gran portal con el nombre de “María Elena”, en alusión a su única hija. La casa funcionó según dicen los vecinos de la época, como un “garito”, llegaban autos de lujo y se hacían fiestas “clandestinas”. En el lugar hay una estructura que es el quincho, al que llamarían “Casino”, hoy salón de actos (salón “de los espejos”).
Existe un túnel (2) que es el mito que deja sin respiro a más de un investigador y según dicen, don Alberto lo usaría para escaparse, ese túnel cruza la calle Recondo, hoy está clausurado y espera que se lo ponga en condiciones para recuperarlo y hacer un museo de sitio. Al morir Barceló en 1946, (su señora murió dos años antes), su hija, María Elena Barceló de Martin (ya se había casado) vende la casa al famoso tendero turco, Salomón Salmún, quien le adosa otra estructura más corpulenta y le agrega el aire acondicionado frio calor, colocando los ductos en el túnel existente próximo a la caldera. Hubo un tiempo en que la casona quedo abandonada, en 1975, lo compra el Banco BIR y entre 1976 y 1977 sirvió de refugio para que grupos armados se escondiesen en las instalaciones. Después pasaron varios bancos como propietarios como el Banco Platense, Banco Municipal de La Plata, Banco del Iguazú y el Banco Provincia hasta la actualidad que funciona allí el Polo Judicial del Municipio de Esteban Echeverría.
Se dice que la amistad fue su culto,, después del golpe de estado de septiembre de 1930 el gobernador radical de Buenos Aires, Nereo Crovatto, era buscado por la policía y el ejército, Barceló le permitió que se ocultara en su quinta de Monte Grande.
En cuanto a la familia Barceló, la vemos a su Sra. Esposa, Mariana B. de Barceló como vocal en la lista de la Comisión Pro Templo de la Iglesia Inmaculada Concepción de Monte Grande presidida por la Sra. Sofía Santamarina de Bosch Alvear, dicha Comisión duró desde 1942 a 1946 en Monte Grande. María Elena Barceló y su madre Mariana Boloqué fundaron una institución de caridad que se ocupaba de la beneficencia y atendía a los pobres de Avellaneda en su “Palacio Barceló” en la calle Lavalle 43.


Notas:
(1)    Manuel Justiniano Estévez, fundador del periódico “El Pueblo” de Barracas al Sur. Su número uno apareció en 1877, era un semanario critico, literario y noticioso, de salida dominical y fue el primer órgano informativo de Barracas al Sud.
(2)    En 2013, un grupo conformado por arqueólogos e historiadores, fueron en busca de los famosos “túneles de Barceló”, al mando del arqueólogo urbano, Dr. Marcelo Weissel y el ex Director del Museo “La Campana” y actual de Cultura, Lic. Leonardo Rodríguez Parise (UMSA), dieron con un único túnel, que según la leyenda usaría Barceló para escaparse cuando la cosa se ponía “fulera”. Otra versión de los vecinos antiguos que han estado en la casa, dicen que a don Alberto no le gustaba que los mayordomos y las cocineras se mezclasen con los invitados y así los mandaban a pasar por el túnel. Según versiones de los vecinos, habría más redes túneles pero hasta la fecha no se han encontrado,  muchos están tapados y en propiedad privada.
ALBERTO BARCELÓ.
Alberto Barceló, nació el 22 de diciembre de 1873 en Barracas al Sur, hijo de Emilio Barceló y Gregoria Oporto. Fue bautizado el 7 de marzo de 1875 en la Parroquia “Nuestra Señora de la Asunción” de Avellaneda, sus padrinos fueron sus propios hermanos: Nicolaza Laura y Benigno.
Se dice que fue el menor de diez hermanos: Emilio, Domingo, Laura, Juan, Enrique, Juan José, Arturo, Nicolaza Laura y Benigno. En 1908, Alberto fue elegido intendente de Avellaneda, cargo que ocuparía en cinco ocasiones, alternando con funciones legislativas (1909-1917, 1924-1926-1927-1930, 1932-1940). Fue Diputado y Senador Provincial, Senador Nacional y Candidato a Gobernador en las elecciones de 1940 que fue anulada por la intervención del Presidente Roberto Ortiz. Fundó su propio partido, el Provincialista (1923). En 1930 se integró en una Confederación Conservadora: el Partido Demócrata Nacional.
“El Caudillo de Avellaneda”, tenía su mano derecha quien realizaba el “trabajo sucio”, ese fue Juan Nicolás Ruggiero (“Ruggierito”, nacido el 24 de junio de 1895 en la Isla Maciel, siendo bautizado al año siguiente en la Ciudad de Buenos Aires. Sus Padres fueron Francisco Ruggiero, nacido en Nápoles en 1865, carpintero de oficio y Amalia Lucacci, nacida en 1874, también italiana). Amigo intimo del “Zorzal Criollo”, Carlos Gardel quien sería el nexo para que se acercara a los mítines a cantar sus tangos. Murió asesinado en 1933 a la salida de la casa de su amante. Tenía más de 300 enemigos que hubiesen deseado matarlo, pero se sospecha que el mismísimo Barceló, lo mandó a matar, ya que se enteró que “Ruggierito” se iba a candidatear, pero esto nunca se probó. Barceló dominó Avellaneda por más de cuarenta años, el juego clandestino, los puestos públicos, los fraudes comiciales quedaba en manos de “Ruggierito” y así el “Honorable Señor” Barceló nadie sospecharía, única mujer y una hija, vida familiar.
En 1940, le gano a Antonio Santamarina la candidatura Conservadora y, luego mediante fraude a los radicales. Pero la intervención ordenada por Ortiz le impidió asumir el cargo (La formula Alberto Barceló-Edgardo Miguez había “ganado” en los viciados comicios del 25 de febrero de 1940). Vivía en un Palacio con mayordomos vestidos de Librea. Tenía dinero y hasta un tango (“Don Alberto” de José Domingo Pécora. Pero en tres años se derrumbó.
En 1943 se alejó de la política. Perdió su casa, ya que el Palacio Barceló” en Avellaneda y la mansión de Monte Grande estaban hipotecadas. Murió a los 72 años, el 13 de noviembre de 1946 en la pieza donde lo había acomodado su hija casada (fue dos años después de la muerte de su esposa acaecida el 1º de octubre de 1944).
Alberto Barceló contrajo enlace con Mariana Boloqué y Galdeano (oriunda de Uruguay y afincada en Barracas al Sur) en 1903, fruto de ese enlace, nacería su única hija, María Elena en 1905.
María Elena Barceló contrajo enlace con Carlos Martin y tuvieron dos hijos: Carlos y Marcelo.
Bibliografía:
Libro: “Monte Grande, en mis recuerdos y vivencias” de Aníbal Cichero Pitré – 1972.
Libro: “El Partido de Esteban Echeverria a través de la Prensa porteña” de Roberto L. Elissalde – (Preservando el Patrimonio Echeverriano) – 2013.
Libro: “Crónicas de un siglo” – Centenario de Esteban Echeverria – de Liliana Matheu y Silvia Cebreiro - 2013
Libro: “Todo es Historia en Echeverria” El Libro – Tomo I de Carlos Ángel Souza. -2016.
Libro: “Los cerrojos a la prensa” de Julio A. Ramos – 1993.
Colección Clarín Bicentenario: 1940-1949 – Surge un nuevo movimiento popular: el peronismo – 2010.
Revista Fray Mocho – año 1912.
Revista METRO 100 Años – Pedro Rubén Campomar Rotger.
Archivo del Museo Histórico Municipal “La Campana”.
www.familysearch.org (Genealogía familiar perteneciente a los mormones).
www.myheritage.es (Genealogía familiar).